La movilidad eléctrica ya no es una promesa de futuro: es una realidad en crecimiento. Cada vez son más los conductores que apuestan por el coche eléctrico, tanto por motivos ecológicos como por ahorro. Pero este cambio trae consigo nuevas dudas. Una de las más habituales es: ¿Cómo y dónde recargo mi vehículo eléctrico?, ¿debo instalar mi propio cargador de vehículo eléctrico?.

En esta guía te explicamos los fundamentos sobre los cargadores de vehículos eléctricos (VE), los tipos que existen, cómo se conectan, su compatibilidad con energía solar y los aspectos clave a tener en cuenta antes de instalar uno en casa o en tu empresa.

 

¿Qué son los cargadores de vehículos eléctricos?

Un cargador de vehículo eléctrico es el dispositivo que transfiere electricidad a la batería del coche. A diferencia de llenar el depósito con combustible, cargar este tipo de vehículos implica transferir energía desde la red o directamente desde tus paneles solares al automóvil.

Por supuesto, utilizar un coche de este tipo tiene numerosas ventajas, como el ahorro (el precio del combustible es bastante superior al precio de la electricidad) y la considerablemente menor contaminación del vehículo y, por tanto, menores restricciones de acceso a zonas de bajas emisiones (ZBE), como aquellas que hacen frente a algún tipo de restricciones medioambientales como los cascos históricos o zonas verdes. Sin embargo, una de las mayores reticencias es preguntarse: ¿Y dónde lo cargo?.

¿Cuáles son las ventajas de tener un cargador de vehículo eléctrico propio?

En el caso de los cargadores como tal, la gran ventaja es la siguiente: tan sencillo como que puedes recargar en casa, en tu lugar de trabajo o incluso ofrecer el servicio a tus clientes y empleados si tienes una empresa. Esto elimina la incomodidad de acudir a estaciones externas y te permite optimizar tiempo y costes, especialmente si produces tu propia energía mediante una instalación fotovoltaica.

  • Comodidad: puedes cargar tu vehículo en casa, sin necesidad de desplazarte ni realizar esperas innecesarias. Optimizas tu tiempo y evitas depender de terceros para cargar tu coche.
  • Control: Decides tu rutina: puedes cargar tu vehículo eléctrico cuando quieras, pudiendo tomar decisiones de optimización de tiempo y dinero; quizás prefieras cargar tu coche mientras trabajas, mientras duermes… pasas a tener el control total de la alimentación de tu vehículo.
  • Ahorro: Por supuesto, tener este control implica ahorro: al poder decidir con libertad cuándo cargas tu coche eléctrico, puedes tomar decisiones de carga cuando la electricidad es más barata, como por las noches o los fines de semana. Además, si tienes una instalación fotovoltaica, puedes alimentar tu vehículo con la energía que tú mismo produces, por lo que el ahorro se magnifica.

 

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Niveles y modos de carga en los cargadores de vehículos eléctricos.

Para entender qué niveles existen y poder tomar decisiones adecuadas sobre la potencia, tipo de instalación, etc., es importante diferenciar entre dos conceptos clave: niveles de carga y modos de carga. Veámoslo:

Niveles de carga

Cuando hablamos de niveles de carga nos referimos a la potencia con la que se suministra la electricidad al coche, por lo que influye directamente en el tiempo necesario para la carga total del coche eléctrico y en el tipo de instalación que necesitamos. Podemos encontrar distintos niveles:

Nivel 1

Se trata de la opción más sencilla y también la más lenta. Utiliza un enchufe convencional (230 V, 2,3kW) y no requiere infraestructura adicional, pero puede tardar entre 10 y 20 horas en completar la carga. Es útil solo para situaciones puntuales o coches con baterías pequeñas.

Nivel 2

Carga semirrápida, ideal para viviendas, negocios y aparcamientos. Funciona con corriente alterna y potencias desde 3,7 hasta 22 kW, dependiendo del equipo y la red eléctrica. Permite una carga completa en 3 a 8 horas, lo que lo convierte en una solución práctica para recargas nocturnas o durante la jornada laboral. Requiere un punto específico de carga, como un wallbox, que garantiza seguridad y eficiencia.

Nivel 3

Carga rápida o ultrarrápida mediante corriente continua. Se usa exclusivamente en estaciones públicas por su alta demanda energética (desde 50 hasta más de 350 kW). Con esta tecnología, puedes recuperar hasta el 80 % de la batería en solo 20 o 30 minutos, ideal para largos desplazamientos o viajes.

Modos de carga

A diferencia de los niveles de carga, que están referidos a la potencia, los modos de carga de un cargador de vehículo eléctrico definen cómo se establece la conexión entre el coche y el punto de recarga, así como los sistemas de protección y comunicación implicados. En este caso, diferenciamos cuatro modos distintos:

Modo 1

Es el modo más básico y prácticamente obsoleto. Se basa en una conexión directa a un enchufe sin sistemas de seguridad. No es recomendable por su lentitud y poca fiabilidad, seguridad y control.

Modo 2

Similar al anterior pero con un módulo de control en el cable, que añade protección mínima frente a fallos eléctricos. Con potencias entre 2,3 y 3,6 kW, sigue siendo una opción lenta, útil solo de forma esporádica.

Modo 3

El más extendido en entornos residenciales y espacios públicos. Utiliza un punto de carga dedicado que se comunica con el vehículo para gestionar el proceso de forma segura. Admite potencias de hasta 22 kW en corriente alterna y es plenamente compatible con instalaciones de autoconsumo.

Modo 4

Se trata del modo de carga más avanzado que tenemos en la actualidad. Diseñado para carga en corriente continua a alta velocidad. Aquí, el propio cargador gestiona todo el proceso, incluida la conversión de corriente. Utiliza conectores como CCS, CHAdeMO o los supercargadores de Tesla, que detallaremos a continuación. Permite recargas a partir de 50 kW, reduciendo notablemente los tiempos de espera.

 

¿Qué tipos de conectores existen para cargar mi coche eléctrico?

Para cargar un coche eléctrico, es esencial conocer qué conector usa tu coche. La compatibilidad varía según el modelo, tipo de recarga y ubicación geográfica. En Europa, los más habituales son:

Conector Tipo 1:

Monofásico, para carga en alterna hasta 7,4 kW. Común en modelos asiáticos o antiguos, hoy en día poco utilizado en Europa.

Conector Tipo 2:

Estándar europeo para corriente alterna. Acepta carga monofásica y trifásica hasta 22 kW. Es el más extendido en instalaciones tanto domésticas como públicas.

CCS (Combo):

Evolución del Tipo 2 para carga en corriente continua. Incorpora pines adicionales que permiten potencias de hasta 350 kW. Es el conector de referencia en nuevos vehículos eléctricos.

Tesla:

En Europa, los vehículos Tesla utilizan Tipo 2 para carga en alterna y CCS para rápida, lo que los hace compatibles con la mayoría de puntos públicos.

 

Instalaciones fotovoltaicas: Ventajas de combinar cargadores de vehículos eléctricos con energía solar.

Si ya cuentas con una instalación fotovoltaica, incorporar un cargador para tu coche eléctrico es una decisión lógica y muy rentable. Recargar con la energía generada en casa no solo aumenta tu independencia energética, sino que también reduce el coste a largo plazo.

Además, al producir tu propia electricidad, te proteges ante futuras subidas de tarifas y mejoras la rentabilidad de la instalación solar. Desde el punto de vista ambiental, el beneficio es doble: no solo eliminas las emisiones al conducir, sino que alimentas tu vehículo con energía limpia y generada por tus propias placas solares.

Algunos modelos de cargadores inteligentes permiten incluso sincronizarse con la producción solar para aprovechar los excedentes, cargando el coche solo cuando hay suficiente generación. Esto maximiza el autoconsumo y mejora aún más la eficiencia del sistema.

Para resolver más dudas sobre qué cargador se ajusta mejor a tu coche, cómo es el proceso de instalación o qué costes puedes esperar, cuenta con nosotros. Te lo explicamos todo de forma clara y actualizada sin compromiso.

 

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