Instalación aislada (Off-grid)
Una instalación aislada u off grid es un sistema fotovoltaico sin conexión a la red eléctrica, es decir, diseñado para abastecernos de energía de forma autónoma. Es importante destacar que en el caso de las instalaciones conectadas a red, las más habituales, nuestro inversor estará conectado a la electricidad. Es decir, por seguridad y para evitar sobretensiones, ante una caída general de la red pública nuestro inversor se apagará, dejando nuestra instalación fotovoltaica sin suministro eléctrico.
Cuándo es conveniente una instalación aislada
Las instalaciones aisladas son las indicadas para llevar energía a donde la red no llega, tales como viviendas rurales, refugios o granjas alejadas del suministro. Este tipo de instalación incluye paneles, regulador de carga, baterías de ciclo profundo, inversor y un sistema de respaldo o backup.
Especialmente en el caso de las instalaciones aisladas el correcto dimensionamiento es más importante que nunca, ya que debe cubrir la demanda anual más un margen de seguridad. Al no llegar la red eléctrica convencional, el dimensionamiento debe realizarse contemplando el número de días de autonomía y la profundidad de descarga de las baterías.
Las instalaciones aisladas eliminan los costes de acometida eléctrica y peajes fijos, pero requieren un mantenimiento riguroso y una buena gestión de cargas para alargar la vida de las baterías, además de ser algo más costosas por la inclusión de sistemas de backup. Sin embargo son una solución muy adecuada en áreas remotas o en países con red inestable. Además, combinados con microinversores, permiten modular la capacidad en función del crecimiento de la demanda.