junio 10, 2025

Protecciones eléctricas

Índice

Las protecciones eléctricas son un conjunto de dispositivos y medidas de seguridad que se instalan en un sistema solar fotovoltaico para proteger tanto a las personas como a los equipos eléctricos ante posibles fallos y subidas de tensión. Una instalación sin protecciones adecuadas puede sufrir sobrecalentamientos, incendios o incluso poner en riesgo la vida de las personas.

La función principal de estas protecciones es interrumpir el flujo eléctrico de forma segura en caso de una anomalía, como cortocircuitos, sobretensiones, sobrecargas o fallos de aislamiento. También permiten desconectar manualmente el sistema cuando se requiere realizar mantenimiento o intervenir en una emergencia.

Por supuesto estas protecciones deben estar dimensionadas acorde al voltaje concreto del sistema, así como cumplir con la normativa vigente.

Protecciones eléctricas más habituales

Existen diferentes tipos de protecciones eléctricas, dependiendo de si estamos trabajando con corriente continua o alterna. En el primer caso, las más habituales son los fusibles de string (para proteger cada cadena de paneles solares), seccionadores bajo carga, que permiten cortar la corriente de forma manual y descargadores de sobretensión, que sirven para proteger el sistema frente a subidas de tensión o picos por caída de rayos.

En el caso de la corriente alterna, encontramos protecciones con las que estamos más familiarizados, como interruptores magnetotérmicos y diferenciales.

¿Por qué son tan importantes las protecciones eléctricas en una instalación solar?

Las protecciones son indispensables para garantizar la seguridad y eficiencia de una instalación. Una correcta coordinación de protecciones eléctricas consigue:

  • Previene accidentes eléctricos.
  • Evita daños en equipos costosos.
  • Minimiza el tiempo de inactividad de la instalación.
  • Reduce pérdidas económicas por interrupciones de servicio.

La normativa ITC-BT-40 regula las protecciones eléctricas en instalaciones de generación. Establece distancias mínimas, secciones de cable, requisitos de señalización, materiales, etc. Es recomendable verificar el funcionamiento de las protecciones cada 3 a 5 años y cumplir con las inspecciones periódicas.

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