Hoy, además de celebrar el día del amor, también es importante recordar otra fecha significativa: el Día Mundial de la Energía. Este día, que se celebra el 14 de febrero de cada año, nos invita a reflexionar sobre el papel fundamental que la energía desempeña en nuestras vidas y el impacto que tiene en nuestro mundo. Se trata de una importante iniciativa que nos invita a tomar conciencia sobre la importancia de la energía en nuestra vida diaria, progreso y bienestar, buscando siempre alcanzar un uso responsable potenciando la transición a energías renovables y un futuro sostenible.

La importancia de la energía

¿Alguna vez te has parado a pensar en cómo la energía influye en nuestras vidas…?. Encender una luz en casa, acomodarnos al frío o al calor, el transporte, la industria, la iluminación de nuestras calles, oficinas, edificios y lugares de ocio… el papel de la energía en nuestra calidad de vida y bienestar es indiscutible. La energía es motor de la sociedad y tiene un papel importantísimo en el crecimiento económico y en el correcto desarrollo de las ciudades. Sin duda, un recurso invaluable.

Sin embargo, también debemos tomar conciencia de cómo obtenemos esa energía y el uso que hacemos de ella. Especialmente ahora, momento en que el cambio climático y la sostenibilidad son temas de vital importancia, cada 14 de febrero, Día Mundial de la Energía, nos invita a reflexionar sobre cómo podemos hacer que nuestras fuentes de energía sean más limpias y eficientes, avanzando hacia un futuro más sostenible. 

¿Cómo podemos llegar a un futuro más sostenible?

El cambio climático es una realidad: si queremos evitar sus impactos más negativos en nuestra sociedad, y continuar el desarrollo de nuestras comunidades de una forma respetuosa con el medio ambiente y con nuestro planeta, debemos hacer un esfuerzo por reducir nuestras emisiones y cambiar el uso que hacemos de la energía. Numerosos estudios científicos concluyen que el uso de combustibles fósiles es el principal responsable de las emisiones contaminantes que se producen en el planeta, y que urge, para poder paliar esta preocupante situación, reducir las actuales emisiones a la mitad en 2030 y alcanzar las cero emisiones en el año 2050.

El nuevo Informe sobre la Brecha de Emisiones 2023 de Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) constata que se han producido avances desde que se firmó el Acuerdo de París en 2015. Se preveía que las emisiones de gases de efecto invernadero en 2030, sobre la base de las políticas en vigor, aumentarían un 16% en el momento de la adopción del acuerdo. En la actualidad, el aumento previsto es del 3%. Sin embargo, las emisiones de gases de efecto invernadero previstas para 2030 aún deben reducirse en un 28% para la senda de 2 °C del Acuerdo de París y en un 42% para la senda de 1,5 °C.

Fuente: Cambio Climático | Naciones Unidas.

Las energías renovables, garantía de futuro

Invertir en el desarrollo de fuentes de energía alternativas, eficientes y asequibles, que reduzcan nuestra dependencia de los combustibles fósiles, es un paso fundamental para darle la vuelta a la situación y crear juntos un futuro sostenible.

La buena noticia que nos trae la efeméride de hoy es que, gracias a la innovación y al esfuerzo de la ciencia, las empresas y las personas, las energías renovables y respetuosas con el medio ambiente (como la solar, la eólica o la biomasa) son cada vez más protagonistas de nuestro impulso energético. Desde los vehículos eléctricos hasta las nuevas placas solares inteligentes, la sociedad avanza en nuevas posibilidades de transición ecológica, para que convivamos en armonía con el medio ambiente sin comprometer nuestro bienestar y dejemos un futuro más brillante para las generaciones venideras.

La utilización consciente de estas alternativas energéticas en el transporte, la vivienda y la industria consiguen el tándem perfecto: ahorro económico, independencia de los combustibles fósiles y un futuro más verde y eficiente.

Desde Vector Solar estamos comprometidos con la transición ecológica y el desarrollo sostenible, y ponemos nuestros más de doce años de experiencia y nuestro saber hacer al servicio de la descarbonización del planeta y el ahorro de nuestros clientes.

Origen del Día Mundial de la Energía

Fue la Asamblea General de las Naciones Unidas el organismo que, el 14 de febrero de 1949, declaró este día como el Día Mundial de la Energía para poner en valor la importancia de este recurso en nuestras vidas e invitarnos a reflexionar sobre los avances en su uso sostenible que hacemos como sociedad.

La eficiencia energética y las alternativas en su producción se convierten desde entonces en pilares fundamentales del progreso, y son muchas las organizaciones, como la Agencia Internacional de la Energía (IEA, por sus siglas en inglés) o la Agencia Internacional de Energías Renovables, que en estos años se hacen eco de la importancia de la adopción de energías limpias. De este Día, además, surgieron otras efemérides como el Día Mundial de la Eficiencia Energética (5 de marzo) o el Día de la Energía Limpia (26 de enero).

Trabajando por el acceso universal a la energía

El Día Mundial de la Energía no solo se preocupa por los efectos de la contaminación y por el uso innovador de energías sostenibles; otro de los puntos de concienciación claves es el acceso universal a la energía. 

Y es que más de un tercio de la población mundial no tiene acceso a las formas de energía a las que estamos habituados. En las sociedades occidentales, tenemos acceso continuado a este recurso, convirtiéndonos en consumidores de dos terceras partes de la energía mundial. Desde nuestros vehículos hasta nuestros dispositivos móviles, pasando por hogares e industrias, consumimos una gran cantidad de energía, y nuestra preocupación principal en este punto es la transición hacia sistemas más sostenibles.

Sin embargo, este día también nos recuerda que el mundo millones de personas aún no tienen acceso a usos básicos de la energía, sobre todo en países en desarrollo. Se trata de un momento idóneo para reflexionar y establecer medidas políticas y tecnológicas para garantizar el acceso universal a este imprescindible bien. De nuevo, las fuentes de energía renovable que nos brinda la naturaleza como el sol, el viento o el mar se convierten en importantes actores en esta meta global, acercándonos un poco más a este objetivo de bienestar común.

 

 

 

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