El autoconsumo colectivo en comunidades de vecinos ya es una realidad. En la actualidad, en nuestro país podemos observar como un gran número de edificaciones tanto particulares como industriales cuentan con sistemas de autoconsumo solar destinados al autoabastecimiento de energía eléctrica.

Este impulso en los últimos años se debe a diversos factores: aspectos como el aumento del precio de la energía en el mercado o una mayor concienciación a nivel general de respeto por el medio ambiente, sumado a una mejora significativa en cuanto a la eficiencia de trabajo de esta tecnología, han convertido a estas instalaciones en uno de los mejores aliados para ahorrar. 

Es por estos motivos que cada vez un mayor número de comunidades de vecinos se decantan por incluir al panel solar como un vecino más, que les ayuda a disminuir significativamente el coste mensual de las facturas de la luz. 

Como cada vez son más las comunidades que se deciden por a incluir estos equipos en sus azoteas y tejados, en esta entrada hablaremos acerca del autoconsumo en las comunidades de vecinos, analizando los aspectos que se deben conocer antes de dar el paso y decantarse por estas instalaciones.

Placas solares comunitarias, ¿qué modelos podemos encontrar y qué condiciones se deben cumplir para su instalación?.

Las instalaciones de autoconsumo colectivo permiten que un grupo de vecinos compartan las instalaciones de paneles solares en la comunidad. Para contar con ellos, se deben cumplir una serie de requisitos de instalación que explicaremos a continuación. Hablaremos también de los distintos modelos que podemos encontrar así como de su funcionamiento.

Es importante tener en cuenta que existen distintos tipos de instalaciones colectivas, que dependerán de la antigüedad del edificio (si está construido o en vías de construcción), de las dimensiones habilitadas para alojar estos equipos, del capital disponible para la inversión y de los diferentes acuerdos que se pueden llegar a alcanzar entre los vecinos.

¿Qué requisitos hay que cumplir para que los distintos consumidores compartan la energía?

Para poder aprovechar la energía de la radiación solar, transformarla en energía eléctrica y que pueda ser compartida entre los distintos vecinos, se deben cumplir tres condiciones básicas:

  • El 100% de los consumidores deberán permanecer conectados al mismo centro de transformación y la energía eléctrica debe ser distribuida en baja tensión.
  • La longitud máxima que puede separar a los consumidores de la instalación no podrá alcanzar los 500 metros.
  • Los consumidores agrupados y la instalación fotovoltaica deben pertenecer a una misma referencia catastral.

Tipos de conexión en las instalaciones colectivas.

Dentro de las instalaciones se podrán encontrar dos tipos de conexión distintos, siendo los dos modelos a destacar los siguientes:

1. Autoconsumo compartido a través de la red: Funciona mediante una conexión a la red general de distribución eléctrica. Este tipo de modelos se conectan directamente a la red de distribución, y gracias a la instalación de un contador bidireccional de generación, se consigue leer tanto la energía producida por la instalación como el consumo de la energía generada.

Estas instalaciones de conexión a través de la red pública deberán cumplir al menos uno de estos tres requisitos:

  • Que estén ubicadas en la misma referencia catastral; es decir, que coincidan los 14 primeros dígitos de la misma.
  • La distancia entre consumidores debe ser inferior a 2km, con independencia del nivel de tensión al que se conecten.
  • Que sean sistemas conectados en baja tensión que compartan el mismo centro de transformación entre los consumidores.

Este tipo de instalaciones fotovoltaicas deben estar conectadas siempre en la propia red de distribución, nunca detrás del contador de algún consumidor. Pueden existir incluso varias instalaciones de producción fotovoltaica que estén abasteciendo a varios consumidores.

Son instalaciones típicas de comunidades energéticas en las que edificios distintos son partícipes de la energía que produce una o varias instalaciones fotovoltaicas.

2. Autoconsumo compartido en instalaciones próximas en red interior: Funciona mediante conexiones a la red interna; este tipo de modelos conectan el sistema con cada una de las redes internas de los vecinos auto consumidores. En este apartado distinguimos tres posibilidades:

  • Instalaciones de paneles solares sin excedentes de energía. En estos casos, los consumidores asociados instalan las placas solares sin que la energía transformada y no consumida se transfiera a la red general de distribución. El reparto de energía entre los diferentes consumidores asociados se hace mediante un acuerdo de reparto por coeficiente dinámico. El contrato con la empresa distribuidora es único y lógicamente cada consumidor tiene su propio contador.
  • Con excedentes de energía no sujetos a compensación. No se requiere que todos los consumidores asociados estén en red interior, basta con sólo un consumidor. Suele ser de potencia superior a 100kW y requiere constituir garantías para realizar la conexión a la red de distribución. Sigue habiendo un contador de consumo por cada consumidor.
  • Con excedentes de energía sujetos a compensación. En estos casos, los usuarios perciben una bonificación económica por la energía transferida a la red eléctrica general. En estas situaciones, la empresa comercializadora de cada consumidor es la responsable de establecer la compensación por la energía aportada cuando finaliza cada periodo. Cada consumidor tiene su contrato de compensación de excedentes individual y su propio contador. Cuando se dan estas situaciones, lo óptimo es buscar en el mercado energético aquella compañía que ofrezca la mejor tarifa de autoconsumo con excedentes para conseguir el mayor beneficio posible de la instalación.

¿Es rentable compartir una instalación de placas solares con los vecinos?

Sí, los sistemas de autoconsumo compartido aportan una clara serie de ventajas a los consumidores de la comunidad de vecinos, entre los que se deben mencionar:

  • La inversión a la que se debe hacer frente de manera individual se ve reducida de manera significativa, debido a que los costes de instalación y compra de los equipos se dividen entre el total de los vecinos beneficiados.
  • La amortización de la instalación se lleva a cabo en un periodo menor de tiempo, pues como consecuencia de ser una instalación compartida, los costes disminuyen y la inversión se recupera con mayor rapidez.
  • La puesta en marcha de los equipos es más sencilla que en los casos de autoconsumo individual. Generalmente, uno de los mayores handicaps que tienen este tipo de instalaciones es la falta de espacio para el montaje, lo cual en estos casos no supone un problema gracias a una mayor superficie.
  • A nivel social, se reportan beneficios del uso de energías renovables, lo que sumado al ahorro económico que supone la instalación  de los aparatos, permite que se consiga un beneficio doble, tanto económico como social.

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